Teatro Coreográfico
La noción de teatro coreográfico fue desarrollada por Enrique Pardo y es la designación que mejor refleja la complejidad de su trabajo - relacionado, pero distinto, de corrientes contemporáneas como danza teatro, teatro físico y corporal, teatro de imágenes, teatro no-narrativo, performance art, etc.
Las propuestas de Enrique ofrecen una de las síntesis más exigentes de hoy en día hacia le incorporación no solo de movimiento, danza, música, voz y canto, pero sobre todo del TEXT0 hablado, que ha sido excluido por demasiados creadores contemporáneos, influenciados en ello por la danza, y ofreciendo espectáculos únicamente visuales y musicales.
Enrique es de los que considera que el lenguaje es el mayor logro de la humanidad y, sin embargo, el también entró en rebelión contra el modelo "clásico" del teatro, con su excesiva dependencia en el discurso, el diálogo y la necesidad de narración. Su trabajo ofrece herramientas filosóficas y técnicas para enfrentar este dilema, para que cada artista pueda encontrar su voz y su elocuencia escénica.
Enrique colabora con artistas de orígenes, de edades y de estéticas muy distintas - cada uno con su aporte propio. Este es especialmente el caso con la danza, y con las dramaturgias que ésta propone, basadas en composiciones de conjunto, en tramas gestuales, en poéticas no-narrativas. Por otro lado también cuestiona el silencio de la danza y su relación con la voz y la música.
|
|
Teatro coreográfico :
Mira con las orejas,
Escucha con los ojos, y...
Disocia los dedos de los piés!
en primer plano Pierre-François Blanchard, gran pianista: miren como disocia los pies!!
Foto DIdier Monge |
Citaciones / Teatro Coreográfico
El teatro coreográfico, aunque similar a otras formulaciones, como danza-teatro, teatro corporal, teatro físico, teatro de imagen, se diferencia de éstos en su modo de sintetizar movimiento, voz y lenguaje, dándole especial importancia al valor de la palabra, pero sin que esta se coloque en posición de dominar la imagen teatral, sin que la puesta en escena sea solo una ilustración del texto.
Se trata de una poética muy rigurosa en la cual la coreografía va en contra de la libertad emocional del actor: gracias a la exigencia coreográfica se rompe el ligamen exclusivo de identificación con el texto. Esta limitación anti-ilustrativa es fuente de emoción trágica, donde la voz - y solo la voz, ya que estamos en un esquema trágico - es libre de expresar toda la emoción de tal contra-dicción.
El trabajo se puede comparar con la práctica del piano, pero un piano a tres manos, ya que implica un entrenamiento en paralelo de la voz, del lenguaje y del movimiento: cómo combinarlos y especialmente cómo disociarlos.
La noción de coreografía se refiere ante todo a la "grafía del coro": a los gestos, motivos y diseños relacionales entre los miembros de un grupo. No requiere necesariamente una maestría especializada en danza o en movimiento. Tampoco se limita a un estilo de gestualidad. Busca mas bien las implicaciones del saber "hacer un gesto", la cualidad narrativa de una iniciativa, la manifestación de una motivación sicológica o mítica.
Resumiendo: Estallar y diseminar el contenido de los textos por redes gestuales; el lenguaje pierde su papel dominante y se convierte en cómplice de la imagen. Se trabaja la paradoja en vez de la ilustración : versiones, subversiones, incluso perversiones, se suceden en un juego de disociaciones. Imágenes complejas, de las que la voz cosecha la emoción.
Puntos importantes
- El grupo se descubre más importante que el individuo protagonista (el que tiene la palabra), porque éste se subordina siempre al conjunto, al grupo como paisaje, como CONTEXTO. Es el grupo el que marcará el camino hacia donde la improvisación se dirige. Estimulado o dirigido por el director y la música..
- Trabajo con el caos: dentro del orden que se establece, los parámetros son cambiantes: el texto puede voltearse, romperse, pueden entrar a pié o a contra-pié.
- La disociación es fundamento del trabajo.
- Pedagogía del fracaso: hay que saber pasar por la pérdida para ir a otros lugares. El protagonista pierde, queda humillado, entra en 'depresión' trágica (como contrapunto al optimismo heroico de la expresión) para posteriormente y casi por casualidad lograr un éxito que se vierte en el equipo. DIMENSIÓN SICOLÓGICA IMPLACABLE de lo que los dioses significan, imponen, intentan, ...
- Escuchar a los otros es fundamental, escuchar al mundo, al propio texto como ajeno : dejar que lo externo deje su 'impresión' sobre nosotros: lograr escuchar objetivamente al mundo externo (y no solo a la propia necesidad de expresión subjetiva): dejarse impresionar y recibir emoción. Llegar incluso a un trabajo de 'represión', la prohibición como inhibición para cederle el paso el mundo.
- Mostrar el sueño no el soñador: al intérprete protagonista, sujeto que dice el texto, se le coloca en posición de "personaje trágico"; se le sitúa en la posición jerárquica más baja del espectáculo... es el que pierde... Se encuentra amarrado, sometido a un destino trágico, está en situación de pérdida - incluso de fracaso. Lo único que le queda, al concienciarse de esta ineluctable pérdida e injusticia, es darle voz a su rebeldía e inteligencia. Solo su voz es libre, y por ella surge la belleza de la dimensión trágica. La esencia de la tragedia está basada en unos valores fundamentalmente injustos desde el punto de vista humano, el humano sólo puede darle voz ética/política a la injusticia que está viviendo: es la REBELIÓN CONTRA LOS PODERES/DIOSES y siempre se PIERDE ante ellos: PERDER/DOBLEGARSE.
- Elaborar la noción de escucha negativa: poder escuchar un texto sin caer en la ilustración o en el énfasis del mismo.
- Desarrollar la noción de contra-dicción y de la paradoja movimiento/lenguaje